Los mejores 7 tamales de Nezahualcóyotl

En Tamales Tapatíos, cada bocado es un viaje irresistible a la tradición jalisciense. Nuestros tamales, generosos en tamaño y repletos de sabor, están preparados con ingredientes seleccionados y recetas auténticas, pensadas para conquistar desde el primer momento a los paladares más exigentes.



El atole, disponible en una gama de sabores exquisitos, sorprende por su textura y ese toque casero inconfundible. Aunque los precios son un poco más altos que el promedio, la experiencia culinaria que ofrecemos supera cualquier expectativa gracias a la calidad y abundancia de nuestros productos.

Estos tamales han formado parte de grandes recuerdos desde mi infancia, siempre destacando por su sazón y la amplia variedad de sabores irresistibles. Es un destino obligado para los amantes del buen comer: puedes elegir desde los clásicos Oaxaqueños hasta especialidades como salmón, atún o bacalao, acompañados de atole cremoso, jugo de naranja fresco o un Boing.



Sin embargo, en la actualidad, los tamales han disminuido de tamaño y sus precios se mantienen elevados. La experiencia se ha visto empañada por detalles desagradables como la presencia de una cucaracha en la mesa, restando encanto a lo que antes era una tradición confiable y deliciosa.

Déjate seducir por una experiencia tamalera que conquista todos los sentidos: tamales oaxaqueños y tradicionales, envueltos en hojas de elote, siempre calientes y rebosantes de sabor, se ofrecen en una gama irresistible de opciones dulces y saladas. Los atoles, frescos y variados cada día, son el compañero perfecto; la calidez del servicio y la rapidez te harán volver una y otra vez, además de los precios accesibles que encantan a cualquiera.



El local brilla por su ambiente acogedor y horario flexible, facilitando cualquier antojo matutino o vespertino. Aunque la calidad puede fluctuar en ocasiones, la presencia del responsable garantiza atención impecable y pedidos completos. Si buscas un rincón para consentir tu paladar y reconectar con tradiciones mexicanas auténticas, este puesto de tamales es la joya que debes descubrir.

La experiencia en este pequeño local puede ser una aventura: sus tamales tienen potencial, pero a veces les falta ese sabor auténtico que esperas, y el atole suele llegar más ligero de lo deseado, con exceso de leche. El servicio se siente apurado y poco amable, incluso si pides algún cambio especial; la espera puede ser larga y las órdenes a menudo llegan equivocadas.



Sin embargo, si buscas un rincón sencillo para comer algo rápido y no hay muchas opciones alrededor, este sitio cumple con lo básico. El menú ofrece tamales y otros antojitos que, cuando están en su punto, realmente valen la pena; la calidad varía, pero hay momentos en que el sabor tradicional te puede sorprender.